- Compra un limpiador versátil, para que no tengas demasiados productos a la hora de limpiar los distintos lugares de tú hogar de esta manera ahorras en residuos y plásticos.
- Cuando estés limpiando tú cuarto de baño o cocina, no dejes las llaves del agua o de la regadera abiertas mientras esperas a que el producto haga su trabajo. Cuando estén a punto para ser enjuagados, no uses agua caliente – únicamente fría, y enjuaga completamente todo pero con rapidez. Si está utilizando un producto diluido, utiliza siempre agua fría en lugar de caliente.
- Cuando limpies las superficies usa trapos lavables o de micro fibra, y así, reduces al mínimo el uso de toallas de papel.
- Quita las manchas dentro de la taza del inodoro aplicando una pasta de jugo de limón y bórax sobre la zona (con la primera pasada deja la superficie húmeda). Permite que se asiente durante 2 horas y luego frota la mancha.
- Combate la acumulación de grasa en las superficies de la cocina lavando con jugo de limón.
- Elimina las pequeñas manchas de un lavabo de porcelana cortando un limón a la mitad, rózalo sobre la superficie, luego pasa un paño húmedo.
- Mantén el cubo de basura con un olor fresco, poniendo trozos de cáscara de limón en él.
- Cuando estés limpiando pisos de gres, barro cocido o esmaltado añade al agua unas gotas de alcohol, cuando se seque comprobarás la diferencia.
El limpiador ideal para los suelos de terrazo se prepara mezclando un cuarto de taza de bicarbonato y un detergente neutro. Todo ello debe estar disuelto en cuatro litros de agua tibia.